Red Chestnut es una esencia floral que utilizo en un elevado número de pacientes. Hay que tener en cuenta que, aproximadamente, en mi consulta se da un 80% de pacientes femeninas y un 20% de pacientes masculinos. De ese porcentaje de mujeres, al menos el 50% son madres. No es que esta estructura emocional sea exclusiva de mujeres que han tenido hijos, pero sí es habitual. Al margen de las cifras, hay muchas personas que viven en un sufrimiento constante por miedo que les suceda algo malo a sus seres queridos. No se trata de un pensamiento agorero ocasional, ya que eso se puede dar en cualquiera de vez en cuando, se trata de pensar varias veces al día en posibles desgracias y situaciones peligrosas. Este tipo de pensamientos inundan la mente y el corazón de algunas personas, que viven con el “alma en vilo” por sus seres queridos.

Es habitual la prescripción de Red Chestnut desde el inicio del trabajo terapéutico en personas muy sufridoras y miedosas por los demás. Suelo incluirla en los preparados florales desde el principio, ya que es un programa emocional bastante perjudicial y creador de tensión, que no permite a la persona el sosiego necesario para trabajar otras cuestiones. Hay quien identifica esa preocupación con el amor, lo que hace que no quieran dejar de sufrir para no dejar de amar, en este caso Chicory ayudará a la comprensión y evolución hacia una manera de amar más sana.

Al incorporar la esencia desde la primera sesión la persona pronto empieza a apreciar una disminución en el tiempo e intensidad de los miedos y preocupaciones lo que, a menudo, le resulta extraño, ya que puede llevar diez o veinte años con un continuo diálogo mental y desasosiego emocional. Esta tranquilidad interior libera a la mente y a la emoción de una actividad casi constante. La persona se tranquiliza, su mente descansa, se duerme antes por las noches, y deja de advertir a los demás constantemente. “Me siento rara al no estar preocupada”, “al no preocuparme me parece que me falta algo”, son frases habituales en el trabajo con Red Chestnut. Los resultados al trabajar con esta esencia son notables, y las personas se sienten muy liberadas de la presión que vivían, aunque inicialmente se sientan raras o extrañas.

El trabajo con el remedio Red Chestnut es muy efectivo y rápido. En mi experiencia, la persona comienza a notar los efectos entre la primera y la tercera sesión. Puede que al principio no se haga consciente la mejoría, pero en dos o tres sesiones la persona ya nota que le da menos vueltas a la cabeza a su miedo por los suyos, que lo piensa menos o que se le pasa el día y no se ha preocupado. A la persona le puede resultar extraño, pero se da cuenta de lo beneficioso del cambio tanto para ella misma como para los demás. Resulta muy satisfactorio ver cómo una persona que sufría cada día, casi cada hora, recupera la serenidad y puede volver a disfrutar de su vida, dejando atrás ese “sin vivir” y aprendiendo a no pre-ocuparse sino a ocuparse cuando es necesario.

Hay que tener en cuenta que, a menudo, esta estructura emocional está conectada con otras en una sinergia de miedos, sufrimientos, culpabilidades, sentimientos de impotencia, sobreprotección, etcétera. Por ello, la toma únicamente de esta esencia no soluciona el desequilibrio. Es necesario comprender el sistema de programas emocionales y mentales en que la persona vive y trabajar con las esencias florales adecuadas para equilibrar el conjunto de estructuras y programas emocionales fuera de justa medida. El listado de relaciones emocionales de Red Chestnut facilita información sobre las interacciones más habituales y la Técnica de mapas emocionales puede dar una idea más clara de cómo la persona establece las relaciones entre las distintas estructuras emocionales.

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